Diario de Cuarentena: Necesitamos una victoria

…así son las cosas, hermano.
Alguna vez recordaremos esto
nosotros mismos no lo podremos creer .
Pero ahora necesitamos una victoria.
Una para todos, no vamos a regatear…

Así reza la canción rusa que solemos escuchar en las películas. Esta canción, compuesta por Bulat Okudzhava, es, hoy en día un auténtico himno en honor a la victoria. Y nuestro gobierno, que miente descaradamente sobre la vacuna rusa y sobre las otras, parece estar necesitando lo mismo.

Por que así son las cosas, y alguna vez sin poder creerlo, recordaremos esto como uno de los momentos más siniestros y oscuros de nuestra historia, uno en el que se celebra la muerte abortista en medio de muertes reales, en el que se habla de sanitarismo mientras se negocia la vida, y además uno en el que la mitad de la población fue cómplice, por miedo, ignorancia o perversión, de la instalación de un régimen en el que está prohibido disentir, en el que los aparatos políticos pagos acosa, la libertad se cercena y la cercanía al totalitarismo abruma. No podemos reunirnos a festejar, pero pueden apilarse en la casa rosada, no podemos despedir nuestros muertos, pero pueden abrazarse en pos de pañuelos verdes o celestes. No podemos relajarnos ni vivir, no vaya a ser cosa que recordemos la alegría, el amor y la capacidad creativa y nos demos cuenta que es hora de no regatear con nuestro país, por que necesitamos una victoria, pero una para todos.

Diario de Cuarentena: conejillos de indias

Cuando el populismo avanza, el pueblo es usado de conejillo de indias, la última prueba parece ser la vacuna rusa que pretenden que probemos. Y sí, somos baratos e ignorantes. Así nos ven. Y así nos muestra este gobierno malintencionado. Primero la vice se reunió con el embajador, viajecito de una supuesta master en salud con la esposa del ministro provincial y negocio hecho. No importa que no tenga las pruebas, si total como mucho, morirán más argentinos de los que ya murieron.

Vivimos como podemos, a los tumbos todos machucados, y nuestro gobierno esta preocupado solamente en tomar la justicia. Si uno tiene tos o dolor de garganta y llama a su médico lo atiende online, le dice que si no tiene dos o tres síntomas el estado no lo testea, si quiere testar su estado tiene que pagar un mínimo de 7000 pesos en un país con jubilación de 17000 y si logra hacerlo, puede dar un falso negativo. Eso sí, por las dudas quedate en casa 15 días, no seas asesino. De a 15 días por vez,pasó un año, con millones de contagios y mucho más de 30000 muertos, uno de los mayores números de mortalidad por millón y sin educación, llenos de incendios, fundidos y desesperados, ahora nos usarán para probar las vacunas de Putin.

Yo creo en las vacunas, pero en las que pasan las fases. No quiero ser más conejillo de indias de un gobierno patético y corrupto, e ineficiente que solo habla cuando la gente pierde sus derechos. De la economía, el plan o como lo llamen, no digo nada porque no existe. pero en esta maraña de palabras en que envuelven hechos tenebrosos nos podemos caer a un precipicio final. Ya lo decía Discépolo del siglo pasado, y seguimos sin aprender:

Que el mundo fue y será una porquería
Ya lo sé…
(¡En el quinientos diez
Y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros
Maquiavelos y estafaos
Contentos y amargaos
Valores y doblé…
Pero que el siglo veinte
Es un despliegue
De maldá insolente
Ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
En un merengue
Y en el mismo lodo
Todos manoseaos…¡Hoy resulta que es lo mismo
Ser derecho que traidor!…
¡Ignorante, sabio o chorro
Pretencioso estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
Que un gran profesor!
No hay aplazaos (¿Qué va a haber?)
Ni escalafón
Los inmorales
Nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
Y otro afana en su ambición
¡da lo mismo que sea cura
Colchonero, rey de bastos Caradura o polizón!…

¡Qué falta de respeto, qué atropello
A la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Toscanini va Escarfaso y Napoleón
Don Bosco y «La Mignón»
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches
Se ha mezclao la vida
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la BibliaJunto a un calefón…
¡Siglo veinte, cambalache

Problemático y febril!…
El que no llora no mama
Y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
Nos vamo a encontrar!
¡No pienses más
Sentate a un lao
Que a nadie importa
Si naciste honrao!
Si es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey
Que el que vive de las minas
Que el que mata, que el que cura
O está fuera de la ley…

Diario de Cuarentena: La molesta verdad

Los que no promovemos el elitismo ni la demagogia , estamos ante el angustiante problema de la representación y la verdad, porque habitamos un mundo en el que el más fuerte no tiene escrúpulos.

Hay una sostenida falta de honestidad, una gran desinformación dirigida, un relato constante que exprime las palabras hasta que se rinden a sus mentiras. La verdad, el sentido común, lo lógico, la democracia, la libertad y el progreso suenan incoherentes en un país gobernado al revés. Hay palabras como capitalismo, liberalismo, propiedad, trabajo, dólar, que están en voz de los líderes momentáneos como sinónimo de un anticristo posible y otras como pueblo, ellos, nosotros, oligarcas, gorilas, dios, que son expuestas como bases de un falso modelo progresista. SI usáramos el lenguaje del sentido común de los ciudadanos reales aparecerían las verdades pero el gobierno y sus pseudo colaboradores no están dispuestos a oír.

Si los ciudadanos dijéramos más lo que pensamos no se atreverían a engañarnos como lo hacen. La verdad es simple, pero como dice la canción, si no la decimos a tiempo, la verdad es devorada.

Apelar a ciertos miedos, desparramarlos como agua en un espejo en el que se ve sólo lo que afecta a la población, puede ser fórmula de control de la sociedad . El control social es la aspiración de algunos partidos políticos. Se trata de conservar su porción de poder durante el mayor tiempo posible. Hay temas prioritarios que pueden movilizarnos a todos, entonces se embanderan en lo que la gente supuestamente tiene como deseo en una sociedad llena de eufemismos. Ahora los debates que hay que dar no se plantean, para mantener el adormecimiento social.

Argentina tiene una sociedad en la que escasea el remordimiento, aunque vivamos hablando de memoria. La negación, la falta de compromiso para ayudar, entender, colaborar, escuchar, disculparnos, es moneda corriente en un país que vive en transición sin rumbo, huyendo de lo mismo infinitamente.

La ausencia de éxito viene a poner las cosas en su lugar. El gobierno actual, mal que nos pese a todos los argentinos, ha fracasado en salud, y ya abandonó los intentos, los falsos anuncios y las quimeras relatadas, su fama de moderado fue efímera y no dejó a todos cerca de la verdad, en una realidad que muchos evitan enfrentar. Sin trabajo, sin dinero y sin rumbo, con demasiados muertos que no son producto de un buen manejo sanitario, y sin proyectos que ayuden a sobrevivir. El éxito social equitativo quedó en manos de delirantes usurpadores que no saben de qué hablan y que jamás tomaron una azada ni estudiaron producción pero dicen tener un modelo agroecológico. Así, queda la sociedad contra la sociedad. En este país donde la memoria siempre flaquea, más aún si ponemos brillos destellantes a la mentira, y todo el tiempo conspiramos contra la verdad, pero es más grave conspirar contra su búsqueda.

Cuando la verdad se digna venir, su hermana libertad no estará lejos. Mark Akenside

Diario de Cuarentena:12-0 Marcha

«La democracia debe permitir a todos llevar una vida digna y si los gobiernos no escuchan al demos (pueblo) falla algo», dijo Hessel en 2011 visitando España «hace falta que el poder escuche al pueblo. Es fácil de decir pero no fácil de hacer». Y es así, este escritor daba en la tecla. Un gobierno que no ve ni oye a su pueblo es una oligarquía.

El pensador francés, que se ha transformado en referente para los jóvenes de muchos países, apuntaba en ese tiempo a reclamar una sincera y verdadera democracia. Para eso hay que armarse de paciencia, confianza y valor porque las fuerzas populistas y económicas que pretenden mantener el status quo son listas y te enredan en sus discursos. Hessel fue miembro de la Resistencia francesa y superviviente de varios campos de concentración y sugería usar los partidos más democráticos, para apoyarlos en las próximas elecciones . No vale decir yo me abstengo porque todos son iguales; no es cierto, y creía también en apoyar los movimientos que están surgiendo y que reclaman una sociedad menos violenta y más consensuada, en especial en elecciones intermedias.Este humanista, candidato al Premio Nobel de la Paz, que siempre ha abogado por el uso de la no violencia y por el carácter pacífico de las protestas, ha justificado la desobediencia civil cuando «la legalidad está encontrada con la legitimidad», pero explicando que esa actuación va en contra de la legalidad impuesta.

Tomo sus palabras hoy, para analizar lo ocurrido ayer en la marcha, que no es la primera, y que siguen siendo desoída por un gobierno que parece creer en su propia historia construida sobre premisas hipócritas, pero sostengo como Hessel, que es necesario la pacificación social, la moderación y la sensatez, claro que en vez de pedirle a la gente que la tenga, debería partir del gobierno. Los ciudadanos sabemos lo que queremos y actuamos en consecuencia, y es la clase política la que no tiene el piné necesario para la crisis que debemos soportar y que la misma clase política con sus acciones propició. Los argentinos no damos más, ayer salió el pueblo, y el pueblo quiere saber de qué se trata. El Gobierno, éste que es a quien la gente le dio el voto, debe dar respuesta.

Diario de Cuarentena: Reconocer el fracaso

DIjo el año pasado Julio Bárbaro: Voy a votar al kirchnerismo, ese peronismo de medio pelo con veleidades izquierdistas que tanto nos lastimó a sus creyentes pero que sigue siendo infinitamente mejor que los que no pueden ni quieren dejar de ser gorilas.

Llevo unos nueve meses mínimo siendo tratada de gorila, y sobre esto quiero hablar en mi diario de hoy, para finalizar cuestionando la cita textual del señor Julio Bárbaro.

Por qué gorila, además de un mamífero, es también una alusión política es como todo en argentina, producto de una confusión, un gorila es un antiperonista, militar o civil. Pero todo comenzó por una broma involuntaria de un programa cómico. En 1952 debutó en Radio Argentina La Revista Dislocada, creado por Délfor Dicásolo, con libretos de Aldo Cammarota y locución de Cacho Fontana. El ciclo fue transmitido por diferentes radios y canales de televisión hasta 1973, cuando fue prohibido por el gobierno militar de Lanusse. En 1953 se estrenó en Estados Unidos la película Mogambo, protagonizada por Clark Gable, Ava Gadner y Grace Kelly. En una de las escenas del film, Gable está con Grace Kelly, quien estaba enamorada de él. En el fragor del romance, se escucha un fuerte rugido que provoca que la joven Grace se arroje en los brazos de Gable, quien para tranquilizarla le dice: «Calma, deben ser los gorilas». En 1955, esa escena inspiró al libretista de La Revista Dislocada para hacer un sketch en el cual un coro entonaba un jingle, que decía: «Deben ser los gorilas, deben ser, que andarán por ahí». Sin bien el sketch no tenía nada que ver con políticas, el público peronista lo interpretó como una alusión a lo que era por entonces, un secreto a voces: un movimiento subterráneo de tropas intentaba derrocar a Perón. Fue así como, luego del golpe militar llevado a cabo por la Revolución Libertadora, los peronistas comenzaron a utilizar el término gorila para calificar a los partidarios del golpe que desalojó a Perón y al que estaba en contra del régimen peronista. hasta el día de hoy. Para los peronistas fanáticos, soy una gorila. Como no me gustan los ismos pero sí los animales, prefiero ser gorila que fanática.

Pero volviendo a Bárbaro que afirmó votar a un gobierno de medio pelo y pseudo izquierda al que consideraba mejor que Cambiemos, le quiero informar que se equivocó. Y no en el análisis del mediocre gobierno de Macri, sino en conformarse con cualquier cosa a la hora de votar. Muchos argentinos siguieron sus pasos, señor y aquí estamos, con cerca de 700000 contagiados, un mínimo de 14000 muertos, y un país devastado económica y socialmente. Si usted sabía que eran medio pelo, es responsable de tanta desgracia para la nación. No es culpa de la pandemia el caos argentino, es la inexorable marcha hacia un una caída estrepitosa del bienestar producida de un gobierno dudoso y decadente que no va a reconocer su fracaso. Así como sus votantes no pueden hacerse cargo del terrible error que cometieron, creyendo en la conversión casi evangélica de personas sin escrúpulos. Pensar “Esta vez sí”,  aún reconociendo que estas mismas personas ya han fracasado, sin cumplir sus propósitos; es casi un pensamiento mágico que solo conduce a desaciertos y mayor decadencia. Sin nuevos líderes y nuevas estrategias, este país no solo es inviable sino que resulta insostenible, , hay que reconocer los fracasos y madurar, cueste lo que cueste. Los ciudadanos debemos comprender que el voto es un derecho que en paralelo es derecho y a la vez un deber. El de elegir a los mejores, más idóneos y confiable y no elegir castigando o por conveniencia o fanatismo, debemos exigir a quienes damos poder, y no enamorarnos de los discursos vacíos que proponen. Hoy me siento abrumada por el dolor de mi pueblo, por lo inevitable – que es la pandemia- y por el falso cuidado y el discurso mortuorio y amedrentador de quienes nos gobiernan, que limitan, prohíben y mienten sin cesar, pero no fueron capaces de hacer, proyectar, aclarar, acertar nada. Mucho menos administrar la crisis. Así estamos, entre un pueblo fanático e indolente y un gobierno que nos desconoce y solo se enquista en su odio. Hay otra realidad posible, una que puede gestarse reconociendo el fracaso de modelos y discursos, que dé un portazo a viejas versiones políticas y se anime a la verdad por primera vez. No estamos juntos ni unidos, ni somos todos los que apoyamos esto, aunque insistan desde spots alienantes. Tenemos que proyectar en la diversidad, pisando sobre valores como honradez, ética, mérito, empatía, para poder gestarnos como sociedad una vez más, y aspirar al bienestar. Tenemos una Constitución Nacional impecable y de avanzada, antes de criticarla, cumplámosla.

Hace un tiempo leí al español  Miquel Seguró, que en la presentación de su libro Hartos de corrupción decía: “Estamos hartos y lo queremos expresar, para que nadie nos pregunte en un futuro ¿por qué no hicisteis algo? Hay mucho más en cuestión que el dinero robado. La corrupción pone en peligro el futuro mismo de toda sociedad democrática, por eso no nos podemos quedar callados. La palabra es la única arma que poseemos. Puede que no nos lleve a ningún sitio; puede que a los corruptos no les importen las palabras, pero, por favor, al menos no renunciemos a ellas. Por lo menos digamos alto y claro que no hay derecho, que ya está bien, ¡que estamos hartos! (…) Sabemos que el problema de la corrupción no es nuevo, pero nos preguntamos: ¿De dónde viene? ¿Quién tiene la culpa? ¿Se puede superar? Ojalá fueran ellos, “los que mandan”, el origen de todos los males. Y sin embargo la corrupción parece ser algo “humano, demasiado humano”. La corrupción se muestra como las caras de una moneda: tiene que ver tanto con la estructura del poder social y sus sombras como con la ambigüedad antropológica que cada uno de nosotros representa. Lo uno sin lo otro es impensable”.

Los ciudadanos que votan corruptos son cómplices, los que que se atribulan ahora necesitan mirar su cara y reconocer el fracaso, tal vez tengamos que hacerlos todos como sociedad, para poder seguir.

Diario de Cuarentena: Libertad de expresión.

En un Estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres.

Suetonio

La libertad de expresión está contemplada en el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos aprobada por la ONU en 1948, así como en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que entró en vigor en 1975. Según estas herramientas, son dos los niveles en los que debe aplicarse la libertad de expresión: el individual , es decir la libertad para que cada persona exprese libremente sus ideas y pensamientos, y el colectivo, que señala el intercambio de información para la participación de quienes integran la sociedad. Si te preguntás cuáles son las características de la libertad de expresión, podríamos destacar las siguientes: Es un derecho de toda la ciudadanía, no se refiere solamente a periodistas o profesionales de la comunicación. Es un derecho y a la vez un deber, puesto que los estados tienen la obligación de garantizarla. No solo se refiere al periodismo sino que alcanza a otras artes, como la música, la escultura, la pintura o la literatura. La libertad de expresión apuesta por la transparencia de la información, lo que genera confianza.

Hoy quiero dejar reflejeda mi posición frente a esto en Diario de Cuarentena, y es que sin libertad de expresión no hay democracia ni república posible. Es increíble algo que viene sistemáticamente ocurriendo y que lo hacen nuestro presidente y vicepresidenta. Acusar a los medios, al periodismo, la vice desde videos que sube a sus redes, como si fuera una ciudadana común. Señora, usted detenta poder, si usted cuestiona en redes o habla mal de alguien que no opina como usted, abusa. Y ese poder no se lo dimos para que nos censure, sino para que garantice nuestra libertad de expresión. Pero como yo no esperaba menos de quien ya lo ha hecho, no es eso lo que me asombra.

Me impresiona la cantidad de gente valiosa e intelectual que toma conductas que atentan contra la libertad de expresión como algo normal, y hasta avalan con razonamientos propios de épocas persecutorias las acciones de líderes que no merecen serlo. La palabra confianza es la clave. Los argentinos no tenemos confianza en nuestros propios criterios, entonces seguimos a otros que no siempre nos reflejan, pero que se acerca a lo que suponemos un ideal.

La confianza se logra con el equilibrio. Equilibrio de poder, equilibrio mental de los que detentan el poder, equilibrio de los ciudadanos, equilibrio en la economía, en la salud, en la vida social. Y estamos en un momento de desequilibrio total. En el que los que nos gobiernan generan confusión y abuso de poder. Cercenan libertades individuales y parecen querer ir por la libertad de expresión. No lo permitamos. No callemos. No miremos mansos el atropello de lo que tanto costó conseguir.

En lo personal, la palabra es mi medio de lucha, y no cejaré en el intento de hacerla respetar. Toda palabra vale. No solo la que responde al gobierno de turno.

Nadie como ella para cerrar este Diario: Que nada nos limite. Que nada nos defina. Que nada nos sujete. Que la libertad sea nuestra propia sustancia. Simone de Beauvoir


Diario de Cuarentena: Seamos Borges

Un día como hoy Einstein publicaba su teoría y comenzaba a dimensionarse la relatividad inherente al espacio-tiempo, entre otras cuestiones gravitatorias, En este momento histórico el tiempo y el espacio están cobrando un significado diferente para cada uno de nosotros. Lo mismo sucede con el espacio. Nuestro espacio temporalidad tiene reducidas sus proporciones. Tenemos menos espacio, menos territorio de acción en un tiempo que parece infinito.

Y así vamos transitando el día 103 de cuarentena obligatoria. Esta característica no es menor, lo obligatorio, aquello que se vuelve punitivo en democracia, debe justificarse. Llevamos más de tres meses encerrados, aterrados, desconsolados, sosteniendo una política pública que dado los hechos no pudo cumplir su parte. Nuestro tiempo y nuestros espacio, por separado o en el juego relativo que los enlaza están en una línea continua de no acción que somete voluntades y construye imaginarios. Porque el miedo siempre paraliza.

Como sociedad, debemos ser críticos, pero con la administración pública, no con nuestros vecinos, sumidos en el mismo fango que nosotros. Nos señalamos con el dedo de la justicia, y caemos en el error de hacer justicia por mano propia, juzgando, creando historias. Mientras, en este espacio impuesto por un gobierno, la verdadera justicia deja que flagelen instituciones, o suelta delincuentes. El congreso, se transforma en una pantomima deleznable. No nos representan. Los intendentes deben honrar sus mandatos y no estar supeditados a la chequera provincial, pero por sobretodo, los ciudadanos debemos estar a la altura, si aquellos a los que empleamos para representarnos no pueden. Nosotros somos el río, no ellos, nosotros somos el tiempo, seamos Borges:

«Negar la sucesión temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino (a diferencia del infierno de Swedenborg y del infierno de la mitología tibetana) no es espantoso por irreal; es espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre que me destroza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. El mundo, desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges.»