…así son las cosas, hermano.
Alguna vez recordaremos esto
nosotros mismos no lo podremos creer .
Pero ahora necesitamos una victoria.
Una para todos, no vamos a regatear…
Así reza la canción rusa que solemos escuchar en las películas. Esta canción, compuesta por Bulat Okudzhava, es, hoy en día un auténtico himno en honor a la victoria. Y nuestro gobierno, que miente descaradamente sobre la vacuna rusa y sobre las otras, parece estar necesitando lo mismo.
Por que así son las cosas, y alguna vez sin poder creerlo, recordaremos esto como uno de los momentos más siniestros y oscuros de nuestra historia, uno en el que se celebra la muerte abortista en medio de muertes reales, en el que se habla de sanitarismo mientras se negocia la vida, y además uno en el que la mitad de la población fue cómplice, por miedo, ignorancia o perversión, de la instalación de un régimen en el que está prohibido disentir, en el que los aparatos políticos pagos acosa, la libertad se cercena y la cercanía al totalitarismo abruma. No podemos reunirnos a festejar, pero pueden apilarse en la casa rosada, no podemos despedir nuestros muertos, pero pueden abrazarse en pos de pañuelos verdes o celestes. No podemos relajarnos ni vivir, no vaya a ser cosa que recordemos la alegría, el amor y la capacidad creativa y nos demos cuenta que es hora de no regatear con nuestro país, por que necesitamos una victoria, pero una para todos.