Educación, educación, educación.

Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo…Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño… Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vida, en cada vuelo, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado.
Teresa de Calcuta

Nuestro país se distinguió desde el principio de la pandemia por confinar a su población, dejando sus escuelas primarias, secundarias y universidades cerradas. Hoy, todo el sistema escolar se quiebra mientras en el mundo se reabre o nunca se cerró, incluso países como Suecia no recomienda el uso de mascarillas, ni las prohíbe, pero considera que con otras medidas específicas en cada establecimiento se pudo manejar bien sin cerrar escuelas.

El patio de la Escuela Normal Nacional está vacío. Así estuvieron los patios de todas nuestras escuelas, no hay mascarillas a la vista, ni personas, ni docentes, ni alumnos. Y es así en todo el país, con grandes tapabocas y sin educación, o con una que asegura mayores inequidades. ¿O pensamos que las personas humildes, que socializan en la escuela, incluso comen allí, están recibiendo educación virtual? La hipocresía es sin dudas el peor de nuestros males. Hablamos de pobres, pero creamos una pobreza de aprendizaje que afectará aún más a los sectores sociales más necesitados. Para cuando cumplen los 10 años, la mitad de los niños latinoamericanos no son capaces de leer y comprender un relato simple, entre ellos estarán los argentinos.

Las escuelas nunca debieron cerrar. Así tendríamos niños educados y sociales, sin miedos, con anticuerpos para otros males que no adquirieron encerrados. Manteniendo una distancia, lavándose las manos con frecuencia, como se hizo siempre respecto a los contagios. Pero la verdadera diferencia es que los estudiantes de Latinoamérica, en gran parte, y de argentina en su totalidad se alejaron de las aulas, de los amigos, de los amores, de la vida positiva. Podríamos haber ofrecido la virtualidad para aquellos que por principios personales no deseaban asistir, o por problemas inmunológicos, y continuar la vida educativa. Pero no, un par de sindicalistas y algunos ministros deciden la vida de los ciudadanos. ¿Y la libertad? Paulo Freire dice que La educación es libertad. Coincido, pero agrego: La libertad es nuestra, no debemos pedirla. La tomamos. Y en un mundo de escuelas cerradas, es muy difícil ser libres.

Se pueden tomar muchas medidas para evitar aglomeraciones, horarios, medios alternativos de transporte, espacios abiertos para dictar clases, pero nunca alejar a los niños de las escuelas, a los jóvenes de las universidades, a los adolescentes de sus contactos personales. Esta vida de clausura a la que nos someten, mientras los casinos e hipódromos abren, deja claro donde queda la educación para nuestro país.

La educación es la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.

En este momento Argentina se quedó sin normas, y la cultura parece fluir en una sola dirección. La educación es física, mental, social y necesaria. No la rifemos más. Necesitamos escuelas y universidades activas, formando parte de aquello que atraviesa la sociedad, y la realidad es que muchos estudiantes quedaron afuera, casualmente aquellos que más lo necesitaban. Nuestro futuro solo es promisorio si comprendemos que educarnos nos libera y que los problemas se resuelven con más educación, saber hace libre, saber permite elegir, saber es primordial para crecer. Que las escuelas abran, ya se demostró el fracaso rotundo de las políticas de confinamiento en todos los ámbitos: sanitarios, económico y social. Apostar a la educación y a la educación en libertad es necesario si queremos tener un futuro. Como bien dijo Mandela: La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

No nos resignemos.

Diario de Cuarentena: ONU

¿La ola no tiene forma?

En un instante se esculpe

y en otro se desmorona

en la que emerge, redonda.

Su movimiento es su forma

Octavio Paz

Un 24 de Octubre de 1945 se constituyó la ONU, tras la Carta de Naciones Unidas firmada luego por 51 países. Hoy tiene 193 Estados miembros y Estados observadores. En el 2000 se planteó los Objetivos de Desarrollo del Milenio que ya aparecen en la Declaración del Milenio, adoptada por la Asamblea General y firmada por 192 países miembros de la ONU el 8 de septiembre de 2000, tras la Cumbre del Milenio; y en este sentido, en la Cumbre mundial de 2005 (14-16 de septiembre de 2005), los representantes de los entonces 191 miembros de la ONU, los reafirmaron como ocho objetivos a alcanzar para el año 2015. Los voy a citar en el diario de hoy para que nos demos cuenta que no sólo no se lograron sino que estamos lejos de hacerlo.

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre:

  • Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día.
  • Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre

Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.

  • Velar porque todos los niños puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria.

Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.

  • Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para 2015

Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.

  • Reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años.

Objetivo 5: Mejorar la salud materna.

  • Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes.

Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. ( el caso del actual COVID)

  • Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA.
  • Detener y comenzar a reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves.

Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

  • Incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente.
  • Reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable.
  • Mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020.

Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

  • Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Ello incluye el compromiso de lograr una buena gestión de los asuntos públicos y la reducción de la pobreza, en cada país y en el plano internacional.
  • Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados. Ello incluye el acceso libre de aranceles y cupos para las exportaciones de los países menos adelantados, el programa mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados y la cancelación de la deuda bilateral oficial y la concesión de una asistencia oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan mostrado su determinación de reducir la pobreza.
  • Atender a las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo.
  • Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo.
  • En cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo.
  • En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo.
  • En colaboración con el sector privado, velar porque se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular, los de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Así como también los fines de la organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los objetivos del milenio no se cumplieron en América Latina. La realidad se ve acentuada por una América Latina llena de contrastes, que tiene a los hombres más ricos del mundo, como zonas en donde la gente no recibe los servicios más básicos, y es aquí donde se puso el mayor énfasis: Pobreza extrema, Mortalidad materna, educación primaria universal y cobertura de saneamiento. La ONU tras los resultados, advierte a los gobiernos en América Latina se apresten y logren las estrategias necesarias para la reducción de las cifras negativas, así mismo se pide no dejar de lado a los derechos humanos, unos de los mayores logros alcanzados .

En Argentina apabullados por la pandemia y la cuarentena estamos agravando todas las condiciones que la ONU pretendía modificar y mejorar en sus objetivos. La pobreza se volvió estructural, los derechos son vulnerados, ante la enfermedad damos respuestas obsoletas, no acordamos con privados ni con el mundo, como país apoyamos a dictadores, creamos más tugurios, cerramos escuelas,impedimos el trabajo cambiando dignidad por clientelismo, nos cerramos al mundo y nos volvimos muy pobres teniendo todo para ser ricos. Pero lo peor de todo es que ya no nos sentimos parte de una trama social unida. Estamos enfrentados por el miedo y la falta de respeto a la Constitución.La ONU no logró su cometido, pero Argentina lo deshonró. La ONU está devaluada por su ineficacia y por la carencia de líderes en la actualidad, y lo mismo sucede en muchos países del mundo. Tal vez por el desprecio a la educación que se viene sosteniendo desde modelos políticos populistas que prefieren pueblos incultos. Por eso cierro con una frase del otrora Secretario de ONU y premio Nobel Kofi Annan, esperando que la humanidad y mi país comprendan que es el camino a seguir: “La educación es un derecho humano con un inmenso poder de transformación. En su fundación descansan las piedras angulares de la libertad, la democracia y el desarrollo humano sostenible”

Diario de Cuarentena: Las ideas no se matan

«Sarmiento el soñador sigue soñándonos» Jorge Luis Borges

Mi madre era docente. Siempre comprendí la importancia de la educación como herramienta para la libertad. La acompañé a buscar sus alumnos casa por casa para que una escuela de Baigorrita, su pueblo amado, no cierre, caminábamos por el campo conversando con la gente y convenciendo a las familias sobre la importancia de una educación secundaria para sus hijos. En Argentina, cada 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro como un homenaje al expresidente Domingo Faustino Sarmiento, que es considerado «el padre del aula» y que murió en esa fecha en 1888 en Asunción del Paraguay. Sarmiento fue mucho más que eso, fue un escritor que aún hoy no hemos descubierto y un pensador impresionante, además de Presidente de nuestra Nación. Supo ir mudando su pensamiento de la modalidad intelectual dominante en su infancia y pubertad a la aprehensión de otras ideas significativas del desarrollo de la humanidad. De acuerdo a sus propias experiencias registradas en Recuerdos de provincia, cuando contaba dieciséis años, mudó el ámbito que prevalecía en «su pensamiento colonial hacia otras formas intelectuales impregnadas de ideas de la filosofía moderna». 16 años y ya era capaz de reflexionar.No paró de leer y de visitar las escasas bibliotecas de su pago. Sería un exabrupto intentar determinar si la teoría dualista de civilización y barbarie del Facundo, o la versión final de Conflicto y armonía de las razas en América define el centro de gravedad del pensamiento sarmientino. La vida de Sarmiento, desde el escolasticismo colonial, pasaría por el utilitarismo sajón, el enciclopedismo francés, el regalismo español y el positivismo auténtico argentino. Toda la historia en una vida.La última etapa de Sarmiento fue influenciada por el positivismo europeo. Escribió: «Con Spencer (Herbert) me entiendo, porque andamos por el mismo camino». Sarmiento era una persona que se preguntaba por problemas filosóficos y tenía las propias. Su inteligencia, interesada en cuestiones básicas de la naturaleza, la moral, el gobierno, la vida y el destino transformó a Sarmiento, en el primero y el mejor de su tiempo para concebir y redactar la historia que le tocó vivir. Su proyección hacia el futuro es incuestionable. Sarmiento, filósofo de la idea republicana, fue un adelantado en su tiempo para la construcción de las instituciones de la República Argentina.

¿Que pensaría de lo que vivimos? Este hombre que sostenía que «puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer» y que pensaba que «todos los problemas son problemas de educación», cuando el rol del maestro vive una fuerte reconversión desde que comenzó la cuarentena en la Argentina, el 20 marzo. Desde ese momento, las videollamadas reemplazaron a las aulas y las computadoras se volvieron herramientas indispensables para acercar a los alumnos con sus docentes. Pero el acceso no es igual. No hay equidad en esta nueva era educativa y aunque el prócer predicara que «si no existieran dificultades, no habría éxitos» reconocía también que «hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela» comprendiendo la relevancia de ese espacio de socialización y debate que un aula implica. Cuando en la mayor parte del mundo se vuelve a las clases, al menos de dos o tres días semanales en forma presencial, nosotros seguimos generando inequidades. Las escuelas están cerradas. Estas medidas terminan por iluminar la realidad de los muchos otros roles que la escuela ofrece además de lo académico. En ciudades donde el 70 % de los estudiantes vienen de familias de bajos ingresos, llevar la escuela a casa significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas, y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para el aprendizaje online. Este es un enorme desafío de equidad educativa que puede tener consecuencias que alteran la vida de los estudiantes vulnerables, el mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada de una escuela no es replicable en línea, el contexto es otro y deja de ser para todos.

En una época iconoclasta que se jacta de negar los más altos valores de nuestra historia, y cuestiona a prohombres como Sarmiento, la lectura de sus obras tiene una densidad necesaria. Vale la pena recordar hoy, que estamos en un fondo de cocción de ideas totalitarias, la estatura que adquirió la República después de Caseros, tan impresionante que colocó a la Argentina entre los primeros países de la Tierra, hasta constituirse en una gran esperanza para la civilización, la misma que hoy defraudamos.

Las Obras Completas de Sarmiento continúan a la espera de lectores. Sus libros esenciales, Facundo, portador del concepto de civilización y barbarie; ViajesArgirópolisRecuerdos de provinciaConflicto y armonía de las razas en América y otros, esperan que las actuales generaciones de argentinos se acerquen y conozcan el pensamiento del prócer que plantea una acción político-social; un estudio del comportamiento humano; una grandiosa ingeniería jurídica; ciencia; historia; letras; teatro; ópera; energía y acción; la necesidad de una empresa al servicio del desarrollo, la relación entre comunicaciones y progreso; la necesidad de integración americana; sin descuidar el vínculo con el mundo. Sarmiento no es pasado, su obra sigue siendo nuestro futuro, porque no hemos aprendido. Va en él mi homenaje a los maestros todos, de cualquier disciplina que nos ayude a pensar. A comprender que los cambios profundos no pasan por una e y que la equidad está en la igualdad de oportunidades educativas. CIerro con una de sus frases, atinada para el momento que vivimos:

«Es la práctica de todos los tiranos apoyarse en un sentimiento natural, pero irreflexivo de los pueblos para dominarlos» Domingo Faustino Sarmiento.

Diario de cuarentena: El lado oscuro

Llevar más de 170 días de diario hace que lo cotidiano vaya dejando paso a lo social. Es inevitable cuando en el mundo todo se convulsiona, y en mi país parecemos vivir en la ajenidad. Pero hoy quiero hablar del lado oscuro de este espejo en el que pretendemos mirarnos: la educación.

Es obsceno que con un discurso de igualdad progresista hayan dejado sin educación a los más humildes. Desconocer que en argentina la conectividad es para los que pueden pagar el servicio más caro del mundo, y en manos de quienes denostan, es no tener idea de que país se gobierna. Pero es peor aún, la infamia va más allá. No permitieron que se les brinde educación para cuidarlos, pero pueden hacer colas en ollas populares, vender en la calle o quedarse expuestos en ocasiones a la violencia intrafamiliar. Me preocupa porque los ignorantes del futuro van a ser quienes decidan y tomen la riendas del país. Y para los privilegiados conectados, la educación a distancia no suple la presencial. En especial en edades tempranas. Y es curioso ver a los que antes denostaban con argumentos muchas veces válidos la educación a distancia, hacer uso de ella para fines políticos. Habla de su falta de principios.

 la educación presencial siempre sera la mejor experiencia de aprendizaje, ya que a nivel evolutivo los seres humanos somos criaturas sociables, y si existe un contacto más directo con otras personas interesadas en los mismos temas, la experiencia se vuelve más enriquecedora y contenedora. Ni hablar de la educación primaria que implica socialización como uno de sus pilares. ¿Que nos espera? Es posible que nos leguen un mundo de autómatas sin empatía ni saberes adquiridos que pueda ser vilmente conducido por aquellos que pretendan saquear lo que resta de un país que no se atrevió a mirar el lado oscuro de su espejo. Despertemos ya. Somo un país que atrasa, Somos pasado en este presente inviable, La muerte no es sólo física. No hay problemas que no se resuelven con educación. Un país ignorante es un país sometido. No nos rindamos. El resto es cháchara. Honor y gratitud al gran Sarmiento,

Diario de cuarentena: Bicentenario

“¿Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten los vicios, y que el Gobierno reciba el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos? Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al Pueblo en la ignorancia, y por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción; pero esa máxima injuriosa al género humano se proscribió como una producción de la barbarie más cruel, y nuestra sabia legislación jamás, jamás la conoció […]. Pónganse escuelas de primeras letras costeadas de los propios y arbitrios de las Ciudades y Villas, en todas las Parroquias de sus respectivas jurisdicciones, y muy particularmente en la Campaña, donde, a la verdad, residen los principales contribuyentes a aquellos ramos y a quienes de justicia se les debe una retribución tan necesaria. Obliguen los Jueces a los Padres a que manden sus hijos a la escuela, por todos los medios que la prudencia es capaz de dictar…

A 200 años de su muerte, el General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano  nos enseña mucho más que lo que la historia formal nos cuenta. Es uno de los principales próceres de nuestra patriay debería ser honrado como tal. Pero en lo que a mí respecta leerlo me hizo comprender por qué fuimos un gran país y también por qué estamos hoy así. Se resume en una elección política: ignorancia o educación.

La propuesta que te hago hoy, 20 de Junio del 2020 es que nos pongamos la bandera en el pecho, con un alfiler gigante y seguro, para enarbolar la educación y la cultura como única meta superadora de esta realidad terrible que nos construyeron. Argentina merece un pueblo al que le importe la educación, los próceres del pasado, los héroes de Malvinas, y nuestros hijos, ameritan la lucha. No cejemos en el intento. Y a diferencia de otros, eduquemos, instruyamos, es la revolución más acertada. Vistamos de celeste y blanco el futuro, con un pueblo que pueda elegir, porque tiene la libertad que otorga el conocimiento. La ignorancia es una forma de violencia. Y en ella nos han sumido.

Cierro, como abrí, con palabras de Belgrano;:

 «Es bueno, mantener la gran masa del pueblo en la ignorancia, idea que aunque no fuera indigna del hombre, se opone directamente al verdadero interés del Soberano. (…) Ése es uno de los objetivos más importantes del gobierno. Vasallos dichosos y Soberano poderoso, son los resultados del estado actual de las escuelas públicas, y de la educación lugareña.» «Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada podríamos adelantar.» «La patria necesita de ciudadanos instruidos»