Diario de cuarentena: Valores

Sábado. Que es lo mismo que lunes, martes o miércoles, porque aquellos que aunque contra nuestra voluntad, cumplimos el confinamiento, y cada vez somos menos, hemos perdido el sabor del fin de semana. En un testar sin cesar de días iguales, casi sin tiempo. Sin embargo hay otros que perdieron más que las referencias temporales, o tal vez nunca los tuvieron, hablo de los valores. Los humanos, los sociales, los que hacen posible un convivencia amorosa y productiva en la sociedad. Hay algunos, unos siete, bastante necesarios para la vida democrática, que se supone que es la intentamos llevar. Te los enumero para que puedas vos también analizar tu entorno, y si querés me contás como lo ves.

Primero, convengamos que elegimos y luchamos por vivir en democracia y la democracia es una forma de vivir en sociedad, que solo es viable si se fundamenta en un conjunto de valores, como la libertad, la igualdad, la justicia, el respeto, la tolerancia, el pluralismo y la participación.

La libertad es fundamental , porque nos garantiza la posibilidad de autogobernarnos. Esto significa que una persona no está obligada a asumir o acatar aquellas obligaciones o vínculos que no acepte como válidos. Y los que nos representan deben responder a nuestra voz. La libertad nos garantiza como individuos participar voluntariamente en las acciones y decisiones políticas que nos atañen. Sin embargo, nuestra libertad no puede ser ilimitada; acaba donde comienza la de los otros. En una democracia, la libertad, como forma de participación política y social, se traduce en libertad de expresión, de pensamiento, de reunión, de asociación, de manifestación, de sufragio, y seguiría pero tenemos tantas libertades que me harías callar, el tema es ejercerlas.

La igualdad es un principio según el cual el Estado nos garantiza a todos los ciudadanos los mismos derechos y obligaciones, sin favorecer o menospreciar a uno u otro individuo o grupo. ¿Cuesta eso no? vemos a diario personas que desprecian el pensamiento de otros. En la vida política y social de una democracia, se debe respetar el derecho de todos sin importar el color de piel, el sexo, la religión, el origen, la ideología o el poder adquisitivo. En la igualdad no hay, para el Estado, ricos o pobres, mejores o peores, empresarios u obreros, sino solo una clase de individuo: el ciudadano. Y eso hace que todos, seamos iguales ante la ley. En nuestro país hace mucho tiempo que los organismos del estado han olvidado lo que significa, por eso el caos y la impunidad.

La justicia, el Estado de derecho, la legalidad y su institucionalidad, permanencia y estabilidad son fundamentales para la existencia de una democracia, ya que esta no puede existir si no hay respeto a los derechos y las libertades de los ciudadanos. Vivimos en una democracia, en ella las relaciones a nivel social e interpersonal deben encontrarnos en un marco de respeto mutuo. El respeto no solo es fundamental para la convivencia armoniosa, sino también para que haya justicia, libertad, igualdad, tolerancia y pluralismo. Acá me detengo ¿vos respetás al otro? ¿realmente? Te cuento que yo siento, que, a veces, estamos tratando de convencernos de pensar iguales, y forzarnos unos a otros, en vez de enriquecernos en el disenso. Me tomo un mate y sigo, se me seca la boca con estos temas.

La participación es un elemento clave del sistema democrático, porque por ella el poder reside en el voto, que es la manifestación de nuestra soberanía popular. Todos tenemos derecho a participar con propuestas e ideas y a someterlas a consulta para elegir, bajo el principio de la mayoría y el respeto a su voluntad, qué rumbo tomar como colectivo. Claro que no es un colectivo de un solo color, sino sería una dictadura, la oposición en las cámaras y la imparcialidad en la justicia, aseguran la verdadera representación. ¿No te parece que los que asumen se olvidan fácil de ésto? ¿y nosotros, como pueblo, nos ocupamos del control de aquellos que nos representan? ¿o esperamos que hagan todo y nos sentamos a ver?

El pluralismo supone el reconocimiento, respeto y valoración de la diversidad y la complejidad de los individuos y los grupos que forman parte de nuestra sociedad. Me da gracia la definición en una sociedad que destruye al que piensa diferente, creo que la revolución de ésta época es decir nuestra verdad, aunque seamos castigados socialmente. Cuando alguien no respeta el pluralismo, está hablando de sí mismo. y se olvida que si bien ciertamente, ante la ley y ante el Estado, todos somos iguales, sin embargo, en la realidad todos tenemos intereses, necesidades, puntos de vista, creencias o ideologías diferentes. Ser plura es abrazar esa realidad, comprendiendo que no puede haber una sola concepción del mundo, y que la realidad social es múltiple, como los individuos que en ella coexisten.

Por último, la tolerancia, que es un valor esencial en una sociedad democrática, porque nos permite vivir y coexistir con la pluralidad de manera respetuosa. En la tolerancia, el otro es un igual cuyas particularidades y diferencias respetamos y valoramos. Valores, pilares que venimos olvidando y que nos aseguran calidad institucional y social. Matías Martin te diría, ¿y vos, de que lado estás?

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