Diario de Cuarentena: Mejor no hablar de ciertas cosas.

En un mundo selectivo, donde se habla sólo lo que conviene, es difícil ser libre. La conciencia no importa, la verdad no importa, solo el metarrelato construido para parecer. Y entonces, para hablar de la ciudad, podemos comenzar diciendo que no importa el otro. Una joven desaparecida pero el comentario pasa por su vida, si era licenciosa o no, si esto, si lo otro. Y no hablo de las autoridades, hablo de nosotros, sus vecinos. Tiene que aparecer, después veremos si actuaba bien o mal, o de qué vivía. ¿O estamos libres de pecado?. La vida es de lo que debemos hablar. Pero no. Nos empeñamos en hablar de muerte. Mientras, les roban a nuestros abuelos, nos amedrentan, cada vez tenemos menos poder adquisitivo. Y mientras tildan a un vecino de antipatria, acuerdan con cualquiera con tal de ganar una elección.

Me asusta tanta traición y tal falta de valores que podemos lastimar y hasta cuestionar al que enferma. ¿Nos creemos superiores? Todos podemos contraer la enfermedad COVID y deberíamos abrazarnos en la solidaridad que tanto pregonan. Al fin de cuentas somos humanos, nada más. Y en vez de crear mensajes perversos, de una depravación tal, que hace que ante la desaparición de una joven de 29 años, nos ocupemos de rotularla y no de su situación. Porque venimos hace muchos años así, con un lema que nos vuelve cada vez más hipócritas y que la pandemia, y esta insoportable cuarentena parece haberlo convertido en dogma, con un tapaboca como símbolo, y si: mejor no hablar, de ciertas cosas.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.