Mi abandono de Peter Rock (Utah, 1967), autor con quien tuve hace unos días la posibilidad de comentar su obra, gracias a la generosidad del Taller Bazterrica Caride, es una novela que nos lleva a una especie de relanzamiento del estilo bucólico, contrario al mundo capitalista, al que aún en esta historia, basada en la vida real, le cuesta esquivar.
Caroline y Padre habitan los bosques de Oregon leyendo diccionarios, caminan y, se preparan como en un ritual para situaciones de escape forzoso. Caroline es una preadolescente que nos cuenta su presente de actividades que componen su día; su mirada es muy particular y es como si tuviera una cámara en la frente que va relatando todo.
Pero día el balance perfecto de esta vida en los bosques se ve intervenido: Mientras Caroline lee sobre un árbol, unas ramas caen y hacen salir de su trance a un corredor que estaba cerca. Este hecho rompe el sistema que mantenía el funcionamiento de éstos dos personajes y comienza una nueva etapa, podría decirse de «civilización» en la que se los detiene y terminan obligados a la sociedad que tanto evitaban.
Rock trabaja en una hipótesis límite entre la domesticación y una forma innombrable de vida en la que el ejercicio, la alimentación y la educación resultan relevantes. Esta comparación criticable de la sociedad actual se viene realizando desdee Thoreau hasta la hoy. El epígrafe del libro “Es notable cuántas criaturas viven libres y salvajes en secreto en los bosques, pero se alimentan en los alrededores de los pueblos bajo la sola sospecha de los cazadores” nos pone en evidencia y nos obliga a comprometernos. De qué lado estamos, podemos aplacar el avance del capital o solo lo atrasamos.
Mi Abandono, está editado por Godot, y es una obra que nos tensiona desde diversos lugares, y esa tensión se sostiene más allá de la página final, es muy interesante la primera parte en el bosque, que no es una vida idílica, sino que es real, que ese bosque lo habitan los personajes en todos los sentidos, y que es utilizado por el autor para poner en evidencia inequidades y cuestiones socioculturales que corrompen la trama de afuera de ese mismo bosque. Los conflictos que cruzan a los personajes no son ajenos a los nuestros, las cuestiones humanas no resueltas de estos personajes, ¿padre? ¿Hija?, el propio autor descree de una relación sanguínea al consultarle al respecto, tienen el común denominador de todos los seres humanos. Lo relativo aparece para interpelarnos y descorrer verdades de perogrullo.
Padre e hija llevan cuatro años viviendo juntos. Durante ese tiempo aprenden de l la naturaleza y le otorgan valor a sus días.. Son vegetarianos y los viernes ayunan, llevan un reloj cada uno marcando la misma hora, que no es la que usa el resto de la sociedad; o usan la ubicación de la luna o el sol. Juegan ajedrez, y Caroline estudia, Padre le enseñó todo hasta esa edad y ahora comienza su auto aprendizaje, a veces, visitan la ciudad.
Todo el libro florece en pequeños relatos, y aún ante el momento de terrible desasosiego, cuando los hallan, la escritura de Rock está trazada sobre un borde en el que la libertad individual y la esclavitud se rozan. La creación de ambientes, las luces que le da al bosque y a las relaciones humanas, los hábitos que narra, nos embadurnan de literatura al punto que al cerrar el libro vamos a tener que tomar contacto con lo natural, y respirar bien hondo, antes de continuar viviendo.