Diario de Cuarentena: Llave

La llave para la libertad está en la educación, la cultura, la investigación…la búsqueda continua, la esperanza en el conocimiento y la sabiduría cotidiana con que los ciudadanos enfrentan los sinsabores a los que hace más de 250 días se ven sometidos. No voy a enumerar los casos desgarradores de abusos de poder que estamos padeciendo en todo el país, pero me voy a permitir filosofar un rato, sin ciencia, lo admito sobre algunas cuestiones indiscutibles. Aprender fue primero que enseñar. Enseñar correctamente es crear condiciones para producir conocimiento nuevo. El que enseña aprende, y también, quien aprende enseña. Enseñar no es otra cosa que aprender. Nuestro conocimiento es incompleto, inacabado y debemos aprender permanentemente. Si podemos reconocer esto nos volvemos educables. Lo que nos hace educables no es la educación, sino reconocer lo inconcluso de nuestro conocimiento. Nunca dejamos de aprender, porque la vida, es un camino largo, en el que somos alumnos y maestros de acuerdo a la época que nos atraviese, pero lo cierto es que el aprendizaje es continuo.

En un mundo cada vez más deshumanizado, en el que se pone en duda el valor mismo de la vida, es necesaria la libertad, y se educa con libertad en libertad, con solidaridad en la solidaridad y con igualdad en la igualdad. Para lograr eso, el corazón debe estar abierto a amar. Y en nuestra época histórica no encontramos la llave.

Sera cuestión de ser lo suficientemente libres como para oir los latidos.

Diario de Cuarentena: Movilidad Social

Provengo de una familia donde la Movilidad social fue posible, el mérito una meca y el esfuerzo una condición. No es un término cualquiera el de tener movilidad social. La movilidad social se refiere al movimiento de las personas de un nivel socioeconómico a otro. Una persona tiene movilidad cuando cambia su situación socioeconómica en relación a la del hogar en que nació. Mis padres lo lograron, a mí me resulta una torre de Babel inalcanzable y mis hijos no lo ven posible.

Podemos decir que el grado de movilidad social es un termómetro de la igualdad de oportunidades que las personas tienen en una  sociedad para alcanzar el éxito y una buena calidad de vida. Los países que logran brindar dicha igualdad de oportunidades a sus habitantes, aprovechan y maximizan el talento de su población. En los países donde esto no ocurre y no hay  posibilidades de competir en circunstancias similares, como el nuestro, crece la desigualdad, se generan tensiones sociales, la delincuencia incrementa y la cohesión social se deteriora. Hay particularidades en cada nación, es posible identificar factores que influyen en la movilidad social de las personas, es relevante el nivel de educación que aquí parece no importar, de hecho vamos a aprobar un año entero sin calificar en desmedro del esfuerzo docente y el de los propios alumnos que continuaron en un sistema nuevo buscando aprender , el género, el grado de urbanización y aislamiento de las comunidades en donde viven, y también el grado de educación de los padres.

Si como país pudiéramos dejar de lado las mezquindades y los remilgos de la clase política, en especial de la que gobierna, ocupada en mantener un miedo sanitario para no hacerse cargo del descalabro de su gobierno que se acerca al año de gestión sin hacer nada, podríamos crecer en un mejor entendimiento sobre la manera en que estos factores detonan u obstaculizan el progreso de las personas en la estructura socioeconómica, para implementar medidas y acciones que nos permitan construir una sociedad de oportunidades para todos. Que no significa dar a todos limosna ni que todos somos iguales, Ofrecer las mismas oportunidades y luego el mérito o esfuerzo de cada uno, sus propias acciones lo harán más o menos exitoso, y además le permitirá crecer o no, según lo merezca en base a sí mismo. Sin dudas sería una sociedad más justa y más humana.