Provengo de una familia donde la Movilidad social fue posible, el mérito una meca y el esfuerzo una condición. No es un término cualquiera el de tener movilidad social. La movilidad social se refiere al movimiento de las personas de un nivel socioeconómico a otro. Una persona tiene movilidad cuando cambia su situación socioeconómica en relación a la del hogar en que nació. Mis padres lo lograron, a mí me resulta una torre de Babel inalcanzable y mis hijos no lo ven posible.
Podemos decir que el grado de movilidad social es un termómetro de la igualdad de oportunidades que las personas tienen en una sociedad para alcanzar el éxito y una buena calidad de vida. Los países que logran brindar dicha igualdad de oportunidades a sus habitantes, aprovechan y maximizan el talento de su población. En los países donde esto no ocurre y no hay posibilidades de competir en circunstancias similares, como el nuestro, crece la desigualdad, se generan tensiones sociales, la delincuencia incrementa y la cohesión social se deteriora. Hay particularidades en cada nación, es posible identificar factores que influyen en la movilidad social de las personas, es relevante el nivel de educación que aquí parece no importar, de hecho vamos a aprobar un año entero sin calificar en desmedro del esfuerzo docente y el de los propios alumnos que continuaron en un sistema nuevo buscando aprender , el género, el grado de urbanización y aislamiento de las comunidades en donde viven, y también el grado de educación de los padres.
Si como país pudiéramos dejar de lado las mezquindades y los remilgos de la clase política, en especial de la que gobierna, ocupada en mantener un miedo sanitario para no hacerse cargo del descalabro de su gobierno que se acerca al año de gestión sin hacer nada, podríamos crecer en un mejor entendimiento sobre la manera en que estos factores detonan u obstaculizan el progreso de las personas en la estructura socioeconómica, para implementar medidas y acciones que nos permitan construir una sociedad de oportunidades para todos. Que no significa dar a todos limosna ni que todos somos iguales, Ofrecer las mismas oportunidades y luego el mérito o esfuerzo de cada uno, sus propias acciones lo harán más o menos exitoso, y además le permitirá crecer o no, según lo merezca en base a sí mismo. Sin dudas sería una sociedad más justa y más humana.