Hoy es el día del Padre. En Argentina el primer festejo se realizó un 24 de agosto de 1958, en honor a José de San Martín, considerado el Padre de la Patria. Se había elegido la fecha del nacimiento de Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada, para homenajear a todos los padres. Pero en la década del ’60, la fecha se modificó y se comenzó a realizar el tercer domingo de junio, tal como se celebra en Estados Unidos, donde en 1909 una mujer llamada Sonora Smart Dodd, homenajeó a su padre, Willian Jackson Smart, quién era veterano de la guerra civil.
Me gusta esa decisión. Elegir la fecha en que una hija homenajeaba a un padre. Es lo que voy a intentar en el diario de hoy. Mi papá no fue parte de ninguna guerra, pero vivió las propias. Tuvo una niñez donde el amor y el dolor llegaron por partes iguales. Y perdió al sostén de su vida, su padre, muy joven. En sus palabras «lo salvó el básquet». El Club Argentino le abrió las puertas a la amistad, la disciplina, la energía, el talento, la fortaleza, el éxito, la resiliencia y lo contuvo en su vida. Hasta el día de hoy. Pero también fue padre. Y yo soy su primera experiencia como tal.
Si cierro los ojos, papá me baña y juega conmigo. Papá me da la cena. Papá me lleva a la calesita del Club Junín. Papá me enseña a andar en bici con rueditas. Papá me acompaña a la Escuela 24. Papá me ayuda a meter la pelota en el aro de básquet del patio. Papá me abraza fuerte porque me raspé la rodilla. Papá me busca de los cumpleaños. Papá me cuenta cuentos e historias. Papá me lleva al primer cumpleaños de quince. Papá baila conmigo en el mío. Papá me va a ver jugar al básquet y al vóley. Papá me lleva a Buenos Aires a estudiar. Papá me ayuda a tener mi primer trabajo. Papá es testigo de mi amor. Papá me espera salir de la sala de partos. Papá me consuela la pérdida de un hijo. Papá es el mejor abuelo del mundo con sus siete nietos. Papá me abraza fuerte para llorar a mamá. Papá me acompaña en la vida, en las buenas y en las malas. Papá ahora te cuido yo. Papá hoy viene a almorzar para festejar su día.
Qué maravilla tener éste padre. Beto. Mi papá. Tal vez por eso amo el básquet, porque te salvó la vida, y sin vos en la mía, muchas cosas perderían sentido. Gracias por ser papi, gracias por estar. Gracias por las buenas y también por los errores que me construyeron y me hicieron más fuerte. Es un honor ser tu hija. Te amo. ¡Feliz día del padre!