Diario de Cuarentena: Estereotipos.

Se conoce con el nombre de estereotipo (del griego: στερεός [stereós], «sólido», y τύπος [typos], «impresión, molde») a la percepción exagerada y simplificada, que se tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades, que busca «justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a determinada categoría social».​Por lo general, los estereotipos son basados en prejuicios que la sociedad establece conforme su ideología de «modelo a seguir» de conducta o características físicas, y cambian con el tiempo. Hoy corremos con algunos estereotipos más o menos generales. Está bien visto decirse «progre» y si sos mujer automáticamente sos «victima», si sos hombre, probablemente «violento».

Los estereotipos son alegatos comunes del pasado. Incluyen una amplia variedad de alegaciones sobre diversos grupos raciales y predicciones de comportamiento basadas en el estatus social o la riqueza. Son esquemas de pensamiento o esquemas lingüísticos pre construidos que comparten los individuos de una misma comunidad social o cultural y que por lo general, limitan el crecimiento o la unión de la trama social.

Por un lado existe un componente cognitivo que nos permite reconocer un estereotipo porque encuadra con conocimientos previos que ya tenemos sobre el mismo, es una categoría que nos permite identificar y reconocer fácilmente a ciertos grupos. Por otro lado también existe un componente afectivo, donde entran en juego los sentimientos que experimentamos en relación con ese estereotipo, que pueden ser de prejuicio u hostilidad, o bien, ser positivos. Finalmente en todo estereotipo hay un componente comportamental que supone llevar a la práctica acciones asociadas a esos sentimientos experimentados frente a ciertos estereotipos. Por ejemplo, hoy vivimos en una sociedad en la que haber logrado algo, tener algo está mal visto, y además está totalmente cuestionado. Entonces el dueño de una propiedad, nos sobran los casos, debe demostrar que es suya ante los que pretenden usurparlas. En el caso de Santa Elena, los hermanos están ejerciendo violencia sobre la hermana mujer, sea cierto o no, y es socialmente aceptado y promovido. Nadie piensa que puede ser al revés y que también la madre es mujer, y Grabois hombre. Se toma una porción de la realidad y se la conforma a gusto y piacere de los estereotipos que queremos resaltar. Y entonce pasan cosas locas, como gastar miles de dólares en traer una estatua de medidas monumentales de un hombre común que murió juzgado por corrupto, mientras la sociedad civil no tiene para comer. Pero el estereotipo creado o que están decididos a construir es el de un hombre mito del sur, un sur usurpado y en pie de guerra entre sus propios vecinos, que dicho señor supo junto a toda su familia construir. En la actualidad hay una tendencia a convertir los estereotipos en prejuicios de clase, y ahí desintegramos lo social.El estereotipo es colectivo, no se estereotipa a una persona puesto que es una imagen compartida por una colectividad. El prejuicio es un juicio de valor negativo que carece de experiencia directa con la realidad y puede ser individual. Pero el problema es que puede generalizarse.

Tener estereotipos en nuestro imaginario colectivo es normal, todos los tenemos, el entorno social nos los transmite desde la más tierna infancia para afrontar el miedo a lo desconocido poniendo etiquetas a lo que no conocemos, sirven como atajos mentales. Pero cuando nos encontramos frente a una persona de un grupo al que le hemos puesto una etiqueta y la hemos categorizado se puede transformar en PREJUICIO y una consecuencia del pensamiento categórico es que facilita la distorsión de las percepciones y sin ni siquiera conocer a la persona se puede tener un sentimiento preconcebido hacia ella. Los prejuicios tienen tendencia a convertirse en actos discriminatorios.

Y en una sociedad en la que el mismo INADI elige a quien defender, estamos en problemas. De hecho la señora Etchevehere hija es defendida con presencia de la titular, las señoras que desde hace meses están a la intemperie en Formosa, no existen. ¿Son discriminados los que no piensan o creen lo mismo que el gobierno? ¿Tenemos que tener a Grabois y sus delirios como aliado para ser considerados sujetos de derecho? Espero que no, por mí y por todos los argentinos.

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