El valor de la cultura en tiempos de pandemia

Publicado

el 3 julio, 2020

PorGrupo La Verdad

Estos tres meses largos de confinamiento nos dejaron como saldo un auge de la creatividad virtual. Muchos artistas que han compartido sus obras de forma gratuita a través de las redes y un público que lo ha recibido gozoso. Sin embargo, la progresiva extensión de la pandemia hace difícil la reincorporación a la actividad y el sector cultural se topa con una nueva y dolorosa realidad: ¿Hay una vida laboral posible después de la pandemia?

Hay que tomar el pulso a la esfera de la cultura y cotejar las visiones sobre distintos aspectos del futuro que se abre en la pospandemia, como el grado de afección de la crisis en los distintos subsectores, las normas para volver a la normalidad o la búsqueda de los mecanismos de supervivencia económica de las instituciones culturales ya sean formales o informales, que, en Argentina, y en Latinoamérica en general, son un alto porcentaje de la cultura.

Es probable que la creatividad no se haya visto muy afectada, pero sí los medios de distribución y los espacios de muestra de las obras, o el mercado editorial. Va a ser un espinoso camino de reconstrucción de las industrias culturales, que se verá afectada por inexplorados protocolos y otros sentidos simbólicos de la comunidad.

Supongamos que ya estamos en la tan nombrada ‘nueva normalidad’, es necesario señalar “la confusión” en la que se encuentran los gestores culturales para afrontar los efectos de la pandemia. Porque la crisis no ha afectado por igual a todos los sectores. El teatro o la ópera tienen per se la reunión de muchas personas para funcionar. Una compañía baila durante muchos minutos y se rozan, lo que resulta improbable de pensar hoy. Es necesario ofrecer propuestas atractivas para que el público quiera volver a las butacas y no tener que quedarse en casa, pegado a la pantalla con posibilidad de consumir gratuitamente las propuestas culturales, o comenzar a acostumbrar a la gente al riesgo comunitario.

Todo esto no va en desmedro de lo emocionante que es, ver la necesidad de cultura que se plantea ante el confinamiento, y debería ser tenido en cuenta por los actores culturales futuros a la hora de diseñar políticas. El escritor, por su parte, siempre está solo. No tiene público cuando actúa o cuando escribe. a la actividad literaria aparentemente no le afecta esta situación; sin embargo, la concentración del escritor no es la misma. Hay interferencias que no lo dejan trabajar con normalidad, hay cierta sensación incómoda y es la de un encierro no elegido, la de una muerte probable. Además de la suspensión de las ferias y conferencias que apoyan la economía de los autores. Los museos son las instituciones con las que seguramente, aplicando protocolos, podrán disfrutar la cultura antes.

Es cada vez más necesaria una buena Ley de Mecenazgo, que siempre está sobre la mesa de todos los gobiernos, sin embargo, nunca se aprueba ni reglamenta. Como si la cultura no existiese en las prioridades políticas. Como si no fuera esencial.

La gestión cultural está llena de retos a futuro, y si pudiéremos abstraernos y concentrar en tres ítems a resaltar en la pospandemia, deberíamos hacer hincapié en la necesidad manifiesta que tenemos de los otros, la necesidad y consumo de cultura en todas sus expresiones, que en este tiempo de cuarentena demostró el público, y que se ha tornado un eje central en la vida de las personas. Ese latido debe ser aprovechado y la calidad de la obra exhibida en este tiempo con costos muchos más bajos.

Para cerrar este análisis, sugiero que definamos los temas a resolver en la pospandemia, porque la enfermedad COVID ha estallado en la cara de la sociedad y ha modificado los comportamientos culturales. El sociólogo pop Simon Reynolds escribió, respecto al hilo de la obsesión de nuestra cultura por su propio pasado y del reciclaje nostálgico que solemos tener en la humanidad: “El pop no acabará con un bang, sino con una caja recopiladora cuyo cuarto disco nunca llegamos a escuchar “. El covid ha sido ese bang y esa arca compendiada de pasado que estamos creando puede volverse excesiva. Estemos atentos, prioricemos la cultura.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.