No eres sólo responsable de lo que dices, también de lo que no dices. Martin Luther King Jr.
Mientras el presidente abraza a Evo y despide con gloria, Perú destituye a su presidente, Biden nombra comité de científicos sin que haya terminado el recuento de votos, el único país que parece crecer es Brasil con una persona como Bolsonaro a la cabeza y Gollan nos dice que la vacuna rusa es menos peligrosa que el paracetamol, me tomo unos mates tratando de no enloquecer.
Por otra parte tengo que hacerme un conducto pero los odontólogos se han especializado tanto que uno te mira. el otro te medica y capaz que antes de 2021 encuentre un endodoncista que me solucione el tema, mientras muero de dolor y me atiborro de clavulónicas píldoras. Sí, no hay dudas vivimos en un país errático, alocado, lleno de burocracias raras, de mentecatas autoridades y de ciudadanos que callan por no quedar mal. Así estamos. Con personas que no conozco y que me escriben para decirme que mis ideas le dan asco y con sueños que pienso seguir teniendo, a pesar de todo.
Ayer tuve un día distópico, fui a mi odontologa que me recibió como en la Nasa, pagué por trajes descartables que como mínimo son ridículos, me hice placas y me medicaron, por la tarde fui a una entrega en la Laguna de un fondo cultural, estaba citada a las 14 eran las 15.15 y aunque estaba todo dispuesto las autoridades no, y seguíamos esperando, cuando comenzó nos dieron discursos tres políticos, uno más largo que el otro, todos parados con barbijo, nosotros todos sentados a tres metros con barbijos, al aire libre y antes de recibir las ayudas se largó a llover, todos corrieron a apretarse con sus barbijos en los gazebos sin distancia social ni protocolo alguno, todos tocaron los sobres que nos daban, todos rompieron todo en lo que dicen creer. Me quedé afuera bajo el agua, pensando que tal vez me volvería bendita. Porque tanta pero tanta idiotez ciudadana debe ser reconsiderada si no queremos volvernos hámster de los políticos de turno. Por supuesto que la foto fue de ellos., de los soldaditos de todos los espacios políticos que con nuestro dinero impositivo nos dan a las instituciones turístico culturales unas débiles ayudas para subsistir. En fin, populismo, pobrismo o como quieran llamarlo, más la burocracia profesional, y el abultado silencio ciudadano. Callar es ser cómplices, no me voy a cansar de decirlo. Estamos mal, pero callados, vamos peor.