Un charco de olvidos
El espejo de recuerdos que patinan
De cubos de hielo que no enfrían
De rock y juventud
Con clavos verdaderos
Y sed verdadera
Dos en una misma pecera
De rock y juventud
Andrés Calamaro, fragmento de Rock y Juventud.
No sé qué edad tenés, lector de mi diario de eterna cuarentena, pero eso no es lo importante, sino cuán joven sos. ¿Todavía te quiebra la voz una lucha que considerás digna? ¿Sos capaz de quedarte sin dormir proyectando una casa que tal vez no construyas nunca? ¿Tenés en tus manos atrapada la piel de ese amor primero?¿Podés reír a carcajadas aunque nadie lo haga?¿ cantás a los gritos esa canción que te hace sentir vivo? ¿ Te prometés que mañana vas a cambiar todo? Entonces, ¡feliz día!
Un día como hoy, en 1999. la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud. Esta celebración anual busca incentivar el papel de la juventud como socia esencial en los procesos de cambio y a su vez, pretende crear un espacio para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que nuestros jóvenes se enfrentan. Es un día para celebrar y dar voz a la juventud, sus actuaciones y sus iniciativas. Se supone que esto es una cuestión de jóvenes, y así debe ser, pero por otra parte, si uno ya no está en edad de merecer la felicitación formal de la ONU, y reconociendo que la juventud es primordial para el desarrollo y que es de vital importancia el compromiso de los jóvenes con la vida y en los procesos sociales; podemos rejuvenecer un rato, revelarnos a los cánones y sentirnos así, vitales, inmortales, y llenos de futuro, a pesar de todo. De la pandemia, de la cuarentena, de la inseguridad, vistámonos con la ropa de la libertad, porque siempre somos jóvenes, solo depende del parámetro con que midamos.
Claro que el mundo actual, no nos permite el disfrute, si consideramos que la OIT nos cuenta que uno de cada seis jóvenes se encuentra sin trabajo debido a la crisis provocada por el COVID-19. Según estimaciones recientes se deberían crear 600 millones de empleos en los próximos 15 años para satisfacer las necesidades de empleo juvenil y la proporción de jóvenes sin empleo, educación o formación se ha mantenido persistentemente alta en los últimos 15 años y ahora es del 30 por ciento para las jóvenes y del 13 por ciento para los jóvenes en todo el mundo. Las cifras son mucho más graves en latinoamérica y en Argentina en particular.
Por lo que si aún nos sentimos vitales, si queda potencia en nuestras mentes y nuestros cuerpos, es hora de dejar un mundo mejor parado a esos chicos que son el futuro, y al que los estamos condenando por la corrupción e ineficiencia del presente. Los invito a trabajar por un país mejor, una américa mejor, un mundo más justo y con mayores oportunidades.
¡ Seamos jóvenes!, ya que como bien pensaba James Russell Lowell, si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto.