¿Cómo andás? Bien ¿y vos? Así de limitado viene nuestro diálogo social por zoom, instagram, video chat, tiktok, telegram, skype, facetime, etc. Esa cuestión moral de sentirnos bien a pesar de todo. Como si los argentinos pasáramos del todo bien y vos a éste país es una mierda, hay que irse; y en el medio no hubiera ninguna opción. Vengo pensando en las respuestas que doy. En tratar de no ser un cliché y tampoco ser una pseudo socióloga pesada que propone pensar y repensar la vida cada cinco minutos. Pero esto de los extremos me ocupa el día de hoy. Y de las falsedades, las ideológicas y otras.
Por ejemplo, ¿alguien puede sentirse bien después de 116 días de cuarentena punitiva? ¿alguien puede sentirse bien espiando y denunciando vecinos? ¿alguien puede sentirse bien tratando de asesinos irresponsables a chicos que quieren ser felices y vivir sin miedos? Lamentablemente la respuesta es sí.
Mucha gente que quiero piensa de ese modo, mucha gente militante también, muchos funcionarios que viven con sueldos cómodos, muchas personas ilustradas. Y ahí es donde me deprimo y digo, que porquería la humanidad. Nos gusta el límite, caminar al borde de lo inmoral y eso que en este país lo inmoral está totalmente permitido. Pero no está todo bien. No da lo mismo. No es igual una cosa que otra. Vale la pena luchar por derechos adquiridos, pese a quien le pese. Me da asco el abuso, las mansiones de grupos militantes que hablan de pueblo, la opulencia corruptiva de la dirigencia, me indigna que se sostenga la inocencia de personas que hablan por el humilde y por la patria pero tienen sus divisas de dudoso origen afuera. No está todo bien, pero éste año, antes de la pandemia, y de la cuarentena cavernícola a la que nos someten, decidí no callar mis ideales y mis principios. Así que me siento bien. Soy republicana hasta la médula y creo que debemos defender nuestros derechos con lo que podamos, por que como decía José Ortega y Gasset: A la república solo ha de salvarla pensar en grande, sacudirse de lo pequeño y proyectar hacia el porvenir.