Soledad Vignolo: «Recurro a lo fantasmagórico sobrenatural»


Por Camilo Carbonelli
Soledad Vignolo es escritora vive en Junín, acaba de publicar su primera novela No me cuentes que sos feliz editada por Yorick Ruru un sello de Hojas del Sur. Además publicó cuentos Una más una. Libros de poesías Ángulos y Ferrogonía, entre otras obras.
FOCO NOTICIAS: -¿Cómo surgió la novela?
SOLEDAD VIGNOLO: La novela en particular surgió a través de una caminata por mi pueblo de Junín vi a un chico con un cuis (roedor) en la mano revoleándolo mientras caminaba al lado de una cantarilla. Me surgió la idea de qué pasaría si fuera una nena la que estaba haciendo eso en vez de una barón, que pasaría en la cabeza de una nena de 10 o 12 años que es capaz de agarrar un cuis para analizarlo y revolearlo. Una conducta masculina pasada a una femenina, entonces ahí empezó a surgir Lili el personaje de la novela que es como todos los monstruos infantiles, vuelto en realidad trabajando con lo siniestro. Tambien se logró este proyecto gracias al apoyo de la editorial Hojas del Sur que creyó en la novela, ademas me sentí muy respetada.
FN: -¿Cómo es la relación del personaje Lili con su prima María?
SV: Lili es todo lo sagrado, para María José a pesar de que es terriblemente su carácter de sacralidad. Las dos primas son las dos caras de una misma moneda, una es la que cumple las normas de la sociedad y la otra es la que se anima a transgredirla.
FN: – Es una novela extraña ¿Hay una imposición por el concepto sobrenatural?
SV: Me gusta mucho la extrañeza en las novelas leo muchos autores del estilo de Samanta Schweblin. En este caso me pareció muy interesante que ante hechos terribles de la vida e institucional como pasó en la historia argentina, la novela habla del fin de la dictadura. Recurro a lo fantasmagórico sobrenatural. Al espíritu de una amiga muerta, a Lili misma vuelta como fantasma a pesar de estar viva. Lo sobrenatural como lo siniestro esa es mi idea en la novela.
FC: -Hay una crueldad en los personajes que a veces son ingenuas o mal vistas.
SV: Lili es una niña que en su adultez pone en práctica lo que de niña no hizo, esos miedos, esos sueños, las premoniciones que todos sentimos de niños, ella los pone en práctica y eso la vuelve cruel pero no hay maldad per se, hay una perversión que tiene que ver con lo que fue en su niñez.
FN: – Hay una párrafo en un capitulo en donde uno de los personajes no comprende que es el amor ¿Para los personajes el amor es la felicidad?
SV: El amor para Lili es tragedia y para María José el amor apunta a la felicidad hasta que se da cuenta que se puede ser feliz con un amor más tranquilo, menos complicado.
FN: ¿Cómo es ser una escritora del interior de Buenos Aires sabiendo que un gran porcentaje del mercado editorial se concentra en la Capital federal?
SV: Es todo un reto, en estos momentos estoy entrando en el mundo de los escritores capitalinos y sin embargo no quiero vivir en la capital, quiero seguir siendo del interior. Lo lúdico se pierde en la capital y lo sobrenatural tiene que ver con lo lúdico, esta cosa de lo aparecidos no es tan rara en el interior, en el campo que te aparezca un fantasma nadie le tiene tanto miedo, tampoco la crueldad en el interior. En los pueblos esta menos crucificadas que en la capital. Es una cuestión factible no se cataloga como algo terrible, tiene cierto permiso la crueldad, es más real y se muestra más y en la capital eso se esconde porque hay que ser políticamente correcto. La novela no es nada políticamente correcta, ni pretende serlo, no muestra mujeres como víctimas, de hecho uno de los personajes es bastante cruel. Mi idea es poner al ser humano en un concepto que transciende el género que tiene que ver con lo que somos intrínsecamente.
FN: Hay un transfondo social de lo que fue la dictadura ¿Por qué ese contexto?
SV: Uno siempre pone un ambiente en la historia porque tiene que haber un contexto. Quería hablar de la dictadura y contar también porque esa crueldad de Lili, ella fue niña en una sociedad en la que se aplaudía a Videla. En la cual transcurre la novela a fines de los años 1970 hasta los 2000, desde su niñez hasta su juventud. Ella es cruel porque fue criada en un mundo cruel, no había los valores sociales que tenemos hoy.
FN: -¿Que roles deben de tener las librerías, las bibliotecas, los libros en la cultura?
SV: Creo que ninguna debe de dejar de existir, tienen que estar aun cuando el libro cambie de formato y se vuelva digital que es hacia lo que vamos, a mí no me da miedo los nuevos formatos creo que es normal y que tampoco está bueno talar árboles para publicar libros, van a quedar como un objeto mágico que va pasando por manos y que además va transmitiendo historias con esos olores.
FN: -¿Cómo se construye un escritor?
SV: Se necesita mucho tiempo, un escritor va generando sus propias capas, las historias tienen capas y los escritores también. No soy la misma escritora a los 20 años que a los 40 años y espero no ser la misma dentro de 10 años. Porque vas creando colchones a tu texto y nuevas experiencias de vida. La literatura para mí es muy importante, además leer para ser escritor y por otra parte creo que es un oficio, hay que trabajar y aprender mucho.
FN: -¿A qué publico apunta la novela?
SV: Es para un público adulto de ficción con intereses en la comedia negra en lo sobrenatural, no es una novela romántica, es oscura porque creo que la vida es crueldad y humor.
Tapa novela. Editorial Hojas del Sur
