Nada parecía perdonar que algo podría cambiar
porque todo, era normal,
por ejemplo la hora ,la gente, el lugar,
en fin en general, un encuentro esperado por nadie.
La clandestinidad en el mejor sentido es mas que una
oportunidad moral, venia pensando que tal vez
si pudiera yo leer el pensamiento entre usted seria negro,
en algo somos iguales (con la soga al cuello).
Hay veces que hablar es una forma de ocultar,
una mentira o una verdad.
A veces me hiciste pensar que me podías traicionar y dije:
«cerebro no seas tan vulgar»
Y lo que quise olvidar es lo que voy a recordar,
y si te hubiera dicho qué hacés? (nada)
9 de cada 10 estrellas tal vez (están) con la soga al cuello
Ustedes dirán el precio y el lugar y yo voy a comprar,
el cliente tiende a razonar mas con la soga al cuello.
El viernes salí a caminar , era una forma de reír o de callar
y lo que quise olvidar es lo que voy a recordar,
siempre se pude decir No
con la soga al cuello.
con la soga al cuello
con la soga al cuello.
Andrés Calamaro
Llegan las fiestas y terminamos el año con la soga al cuello. Con un gobierno que nos venezueliza sin parar, que va por la justicia hasta corte y que desconoce derechos usando a la pandemia como método que vino a caer como anillo al dedo. Sus preferencias siempre son las mismas, capitalismo para amigos y pobrismo para el pueblo.
Me enoja el esnobismo de nuestros intelectuales, en especial el de la gente de la cultura, agachando la cabeza por un subsidio o priorizando causas que aunque sanitarias, no ameritan en este momento ser tratadas. Aceptan sin vergüenza la banalización de la libertad al punto de ridiculizar la intelectualidad. No hay ruidos ni sombras para que, aunque tengamos más de 40000 muertos y seamos de los 4 peores países en la gestión de pandemia, la intelectualidad piense críticamente o cuestione. Todos alineados atrás de dos totalitarios que nos presiden bajo lemas progresistas.
Y lo que quise olvidar es lo que voy a recordar, y si te hubiera dicho qué hacés? (nada),9 de cada 10 estrellas tal vez (están) con la soga al cuello, dice Calamaro, y así estamos los argentinos, 9 de cada diez con la soga al cuello. Nos morimos de covid, de ignorancia y de hambre, pero si hablamos de asemejarnos a Venezuela o a Cuba, se nos tilda de alarmistas, parece que necesitamos el 10 de 10.
No quiere elecciones, no quieren corte suprema, no quieren procuradores, salvo que sean militantes de una causa que tiene a ellos y sus secuaces como beneficiarios. Mi voz se alza hace meses para ser oída por ciudadanos libres, a los que no los paralice el miedo. Siempre se puede decir que NO, aún con la soga al cuello.