Los políticos “solidarios” le vendieron a la población la idea de que muchos de ellos tienen derecho a vivir del fruto del trabajo de los demás. La tensión que enseñan es que unos son pobres porque otros son ricos, por eso hay que aplicar un impuesto a las grandes fortunas. MK dixit.
Y así estamos después de muchos años de populismo, que puedo pensar que comenzó con el PAN de Alfonsín que ahora es entronizado como un Dios, llenos de gente acostumbrada y que cree tener el derecho a ser mantenida por otros. Entonces en esta cuestión ilógica, resulta que perseguir al que crece porque invierte, trabaja y se esfuerza, está muy bien visto. El clientelismo político en su máxima expresión, sustentado en el resentimiento social, hizo que el gasto público de nación, provincias y municipios. llegue a la mitad de nuestro PBI.
El Estado imparable y gigantesco avasallando los derechos individuales para quedarse con el fruto del trabajo ajeno y repartirlo entre gente que no tiene idea del valor de la dignidad laboral. Ni el mínimo sentido del esfuerzo y el mérito.
Estamos siendo fagocitados por este estado que no solo no nos cuida, sino que nos destruye para poder mantenerse y seguir sosteniendo un reinado basado en dádivas y en inmoralidad.