Hoy comienza el Rosh Hashaná, es el nuevo año judío, el comienzo del mes de Tishrei. En esta festividad, Dios revisa el comportamiento de todas su creaciones y decreta su porvenir para el nuevo año. El pueblo hermano decreta que Dios es su rey. Esto de revisar los comportamientos es muy interesante.
En el diario de hoy trataré de pensar en cómo hemos cambiado nuestro comportamiento durante la pandemia. La pandemia nos volvió más sensibles al hecho de que todos podemos dañar a los demás con nuestros gérmenes, con nuestras palabras, con nuestros actos.
Y también nos ha llenado de máscaras,físicas y de las otras. Comenzaron diciendo los especialistas mundiales y locales que las máscaras no protegían demasiado para no contagiarse del virus, quizás sólo evitaban que lo transmitiéramos. Que las máscaras y el resto del equipo de protección debía conservarse para aquellos que estaban en las líneas de batalla. Que las máscaras podían ser peligrosas porque nos daban falsa sensación de seguridad y entonces descuidaríamos otras medidas de protección más efectivas.
Con el tiempo, las recomendaciones cambiaron: Hay que usar máscara, no por uno, sino para proteger a los demás, por si tenemos el virus sin saberlo, para no transmitir a otro que pueda ser de riesgo. Eso sí, no usemos máscaras de las buenas, podemos hacer una máscara en casa o simplemente atar una bandana y listo. Estamos en esto juntos, como sea que nos protejamos con máscaras, está bien. Y es aquí donde me pregunto, y tiene sentido esto de repensar nuestro comportamiento: ¿como nos relacionamos con el otro?
Hay muchas formas en las cuales una persona puede a infectar a otra, cada vez que interactúan, incluso alejados físicamente. Una boca puede dejar salir mucho más que partículas de virus, y puede dañar con palabras. En el inicio de este nuevo año judío podemos aprovechar todos, los que no profesamos su fe también que es lo que nos preocupa hoy, de que nos protegemos,¿ponemos barreras de tela para salvar o para salvarnos? Tal vez podemos evaluar mejor lo que decimos y cómo afecta a otros tomando conciencia de cuánto podemos dañar con nuestra voz, no solo cuántos virus podemos transmitir. ¿Tenemos consciencia de nuestro propio potencial para dañar a los demás?
Nos estamos evitando unos a otros en esta pandemia, que eso no nos lleve a ignorarnos, cuidar al otro es mucho más que cubrirse con telas en la boca. CUando esto termine y volvamos a la normalidad, sí, la misma de siempre, y vivamos sin sospechas ni miedos del vecino, ojalá hayamos tomado conciencia porque usamos la pandemia para considerar nuestra conducta, que siempre podemos dañar y ser dañados,y no sólo físicamente. Para los judíos el mes de Elul, el Rosh Hashaná y Iom Kipur, es un momento para pensar , usemos este mes para comprender que la pandemia debe modificarnos pero no alejarnos. Propondo dudar, usar el pensamiento crítico, ser amables, respetuosos del otro, pensemos antes de hablar o de agredir, tomemos conciencia. Siempre es mejor ayudar que alejarse y hablar que callar.
Shana Tova.