La crisis es necesaria para que la humanidad avance. Solo en momentos de crisis surgen las grandes mentes. A. Einstein
Pero pensar que la crisis es una oportunidad es otra cosa. Tal vez para los chinos, pero para nosotros, occidentales sencillos, normalmente las crisis no nos traen oportunidades. Me resulta hasta gracioso la cantidad de personas que van de frase hecha en frase hecha por la vida. ¿Vos no tenés algún conocido que te dice por ejemplo: «y bueno, no hay mal que por bien no venga», o » la vida es una lucha»?, también están los más creativos que rehacen las frases y les cambian una o dos palabritas.
Si me remito a los hechos, y a mi vida, las crisis por lo general me dejaron más pobre en lo económico y en lo espiritual y realmente prefiero vivir en armonía. No en crisis. Lamento que la razón no me permita creer en estas cuestiones de las oportunidades. Tal vez porque vivimos inmersos en tantas declaraciones altisonantes de unidad, hermandad, bondad que son sólo publicitarias y no puedo por eso ver que realmente hay personas que mejoran con una crisis.
La palabra “crisis” viene del griego, donde encontramos exactamente el mismo término (“κρίσις”): con el significado de: separación, distinción, elección, discernimiento, disputa, decisión, juicio, resolución. sentencia. El verbo correspondiente a este sustantivo es “κρίνω” (“krino”), que significa separar,distinguir, esoger, preferir, decidir, juzgar, acusar, explicar, interpretar, resolver.
En principio, esta palabra no tiene un significado negativo. La crisis es el momento en que la rutina ha dejado de servirnos como guía y necesitamos optar por un camino y renunciar a otro.
Ahora, que camino elegimos puede transformar la crisis en algo transformador o en un desastre. Te dejo pensando en esto y me voy a cocinarle a la familia. Pobre familia con esta chef que la crisis les regaló. Y como me falta sapiencia, me voy rápido a la cocina porque «no hay que dormirse en los laureles».